Recomendaciones para la alergia a los ácaros
La Dermatitis atópica es una de las enfermedades más frecuentes en la especie canina con una incidencia entre el 10-20%, y los ácaros son una de las principales fuentes de alergia en estos animales. Los ácaros son pequeños artrópodos de la familia de las garrapatas y de las arañas. Hay algunos ácaros que son parásitos y otros que simplemente viven en el medio ambiente. De estos podemos encontrar:
1.- Ácaros del polvo
Se encuentran cómodos a 20ºC y a una humedad relativa mayor de 70%. Sus lugares preferidos son las almohadas, los colchones y las alfombras de casa. La concentración de los ácaros en las casas aumenta durante las épocas de cambio estacional (primavera, otoño) con lluvias y temperaturas suaves, suele disminuir durante los veranos (clima seco, caluroso) e invierno (clima frío y seco). Los alérgenos de los ácaros que con más frecuencia producen hipersensibilidad se encuentran tanto el cuerpo del ácaro como en sus heces.
2.- Ácaros de almacenamiento
Los ácaros del almacenamiento se suelen encontrar en zonas de almacenamiento de alimentos como pienso seco, cereales, legumbres, semillas, frutos, sobre todo en alimentos con mucha grasa y proteínas. En el interior de la casa se encuentran principalmente en la cocina y el baño ya que la humedad ambiental les es beneficiosa.
Es imposible conseguir un ambiente libre de estos pequeños animales, pero si tu perro o gato es alérgico a los ácaros, hay algunos consejos que pueden ayudar a reducir la exposición a los mismos:
- Utilizar mantas o colchonetas fabricadas con materiales antialérgicos que ejerzan una barrera contra los ácaros.
- Quitar las alfombras o las moquetas de la casa, especialmente de la cama del animal, o usar pequeñas alfombras que puedan ser lavadas.
- Reemplazar el material de la cama del animal que contenga lana, algodón, crin o plumas, por materiales sintéticos.
- Lavar la cama del animal con agua caliente cada 15 días.
- Ventilar la casa a diario y aspirar la zona donde duerme el animal y su cama.
- En la limpieza diaria de la casa, se puede incorporar a la bolsa del aspirador un ectoparasiticida. En este caso, pasar el aspirador cuando el animal no está presente.
- Usar productos acaricidas cada 3 meses en los lugares de la casa donde el animal pueda tener acceso.
- Mantener la comida fresca y seca, alejada de áreas húmedas.
- Evitar la contaminación del pienso seco con ácaros del almacenamiento, reemplazando frecuentemente los sacos de pienso, y exponiéndolos lo mínimo posible a altas humedades. Un envase de plástico hermético conserva el pienso libre de ácaros.
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